Miles de personas desfilaban este viernes frente al féretro de Alberto Fujimori en Lima, la capital de Perú, entre lágrimas y agradecimientos al exmandatario que venció a la guerrilla maoísta, en una lucha que derivó en violaciones de derechos humanos por las que fue condenado.
El exmandatario, quien falleció el miércoles a los 86 años después de un tratamiento contra un cáncer de lengua, recibía un sinfín de homenajes en medio del luto de tres días que decretó el gobierno.
Muchos seguidores se acercan con fotografías, flores y la cara estampada de Fujimori en camisetas hasta el Museo de la Nación y en el Ministerio de Cultura donde se lleva a cabo el acto del velorio, que se extenderá hasta el sábado, cuando será enterrado en un cementerio privado de Lima.
Hasta el final de sus días, y pese a su deteriorada salud, Fujimori estuvo muy presente en la opinión pública tanto por sus problemas con la justicia, como por la influencia de sus ideas en un importante segmento de la sociedad peruana.
Alberto Fujimori fue excarcelado mediante un indulto humanitario cuando cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad y recientemente su hija Keiko insinuó que su padre sería candidato en las elecciones generales de 2026.
Hasta el Ministerio de Cultura han llegado, no solo la familia de Fujimori, sino también partidarios, congresistas, ministros, amigos y autoridades como la presidenta de Perú, Dina Boluarte, asistió a las honras fúnebres y se unió en un fuerte y prolongado abrazo con Keiko Fujimori, hija y heredera política del autócrata fallecido.
La decisión de darle un funeral de Estado a Fujimori ha sido rechazadas por diferentes personalidades e instituciones peruanas.
El Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) rechazó los honores de jefe de Estado y días de duelo nacional que se dictaminaron en su honor.
A través de un comunicado publicado en sus redes sociales, la institución afirmó que si bien la muerte del exdictador es un “penoso asunto familiar”, los honores representan un gesto “del todo improcedente tratándose de quien, habiendo sido elegido democráticamente, destruyó el Estado de derecho e instauró un régimen autoritario en el que se cometieron graves violaciones de derechos humanos”.
Igualmente, la excandidata presidencial y militante del partido Nuevo Perú, Verónika Mendoza, arremetió contra el gobierno de turno por permitir que el exdictador reciba funerales de Estado, lo que consideró como una burla para los deudos y víctimas de su régimen autócrata.
“Sus familiares y amigotes tienen todo el derecho de despedir a Fujimori (derecho que le arrebataron a tantos peruanos), pero no en nuestro nombre, no en nombre del Estado, no burlándose de la memoria de las víctimas de su dictadura”, sentenció.
T: Agencias/LRDS
Fallece el expresidente peruano Alberto Fujimori a los 86 años