
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes su dimisión como líder del gobernante Partido Liberal y premier después de nueve años en el cargo, aunque permanecerá ejerciendo hasta que su partido elija a un nuevo líder «mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional».
El primer ministro explicó que, aunque es un luchador, ha llegado a la conclusión de que no es la mejor opción para las próximas elecciones, previstas para octubre. «Este país merece una elección real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción», dijo en rueda de prensa convocada frente a Rideau Cottage, su residencia oficial durante la mayor parte de la última década.
El premier atraviesa el momento más crítico de su carrera política, tras crecientes llamados, dentro y fuera de su bancada política, para abandonar el cargo en medio de encuestas que muestran que el partido será aplastado en las próximas elecciones generales y los pedidos de que se haga a un lado se han disparado desde el mes pasado, cuando intentó degradar a la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, una de sus aliadas más cercanas en el gabinete, después de que ella se opusiera a sus propuestas de mayor gasto.
En su discurso, el aún primer ministro también explicó que Canadá debería tener “un nuevo sistema de elecciones”, en el que los ciudadanos puedan escoger con base en sus intereses personales a una tercera o cuarta opción y no necesariamente elegir sobre las dos opciones que presentan las encuestas que causan una “profunda polarización en el país”.
Trudeau, de 53 años, asumió el cargo en noviembre de 2015 y fue reelegido dos veces, convirtiéndose en uno de los primeros ministros de Canadá con más años en el cargo.
El político destacó en el anuncio de su adiós los aspectos de su gestión de los que está más orgulloso, incluida la gestión del caos de la pandemia de covid, la renegociación de un acuerdo de libre comercio con el anterior gobierno de Donald Trump en Estados Unidos y la implementación de un subsidio infantil ampliamente considerado como una ayuda para aliviar la pobreza.
El pasado verano los votantes rechazaron a candidatos liberales en un puñado de elecciones especiales en circunscripciones que hasta entonces habían sido bastiones del partido de Trudeau.
El primer ministro se había convertido en una figura cada vez más polarizante para el electorado: Trudeau dijo el lunes que «es hora de reiniciar» y de que «baje la temperatura» en la política canadiense.
Las encuestas mostraron la caída de su popularidad, sin que los intentos de enderezar el rumbo con cambios de gabinete y exenciones fiscales lograran levantarla. Los votantes parecían responsabilizarlo del aumento en el coste de la vida en general y de la vivienda en particular.
El líder canadiense también anunció que el Parlamento permanecerá cerrado hasta el próximo 24 de marzo, lo que evitará que los partidos de la oposición puedan presentar de forma inmediata la anunciada moción de censura contra el Gobierno.
El Parlamento debía reanudar sus sesiones el 27 de enero y los partidos de la oposición habían prometido derrocar al Gobierno tan pronto como pudieran, probablemente a finales de marzo.
De otro lado, los conservadores, con Pierre Poilievre a la cabeza, lideran las encuestas con un 43% de intención de voto frente al 23% de los liberales, lo que indica que podrían obtener una mayoría en caso de elecciones anticipadas.
Además, el Partido Conservador espera reunirse este martes 7 de enero para presentar una nueva moción de censura contra el premier, la cuarta en los últimos meses y una que podría consumarse el 30 de enero.
Este escenario, decisivo para el futuro político del país norteamericano también trae implicaciones internacionales, ya que Trudeau ha sido criticado por no haber manejado adecuadamente las relaciones bilaterales, especialmente frente a los aranceles impuestos por la Administración entrante de Donald Trump en su vecino país.
T: Agencias
Renuncia de ministra de Finanzas hace tambalear al Gobierno de Justin Trudeau