«Advertimos a los países del G7 que esta actitud injerencista y arrogante no quedará sin respuesta. Venezuela procederá a revisar de manera integral sus relaciones con cada uno de los gobiernos que integran este grupo, porque el respeto a la soberanía nacional no es negociable. La historia ya ha demostrado que el pueblo Bolivariano no aceptará más tutelajes. Venezuela es libre, y seguirá siéndolo, por mucho que les duela a quienes no han superado sus complejos imperiales», señala el comunicado difundido por el canciller Yván Gil.
De acuerdo con la declaración final del G7, el grupo integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, el 28 de julio los venezolanos apoyaron a Edmundo González con una «mayoría significativa».
En la misiva se califica a este como un «grupo de potencias que insiste en creerse árbitro de la democracia global mientras encubre sus propios fracasos políticos, económicos y morales, apoyando genocidios y estimulando la propagación de la ideología nazi y fascista en Europa y el mundo».
«Resulta particularmente irónico que estos mismos países, que hicieron el más estruendoso de los ridículos en 2019 al reconocer a un impostor como presidente interino, ahora pretendan dar lecciones sobre voluntad popular y procesos electorales», indica parte del texto.
Asimismo, señala que el G7 intenta, desde el complejo colonialista e imperialista, «preparar el terreno para desconocer las instituciones y las decisiones del pueblo venezolano con la fantasía de un Guaidó 2.0 que nuevamente se estrellará contra la dignidad de los herederos de Simón Bolívar».
T: VTV/Sputnik