Bajo los ideales de la complementariedad, solidaridad y la cooperación, hace 20 años nació la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). Los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro iniciaron el camino en un momento en que Estados Unidos intentaba imponer los Tratados de Libre Comercio.
El bloque, integrado actualmente por 10 países miembros y tres invitados, va más allá de lo comercial y en este tiempo se ha convertido “en una gran alianza para la vida de nuestros pueblos”, según el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Mientras que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, describe la ALBA-TCP como “la alianza que nos permite enfrentar juntos desafíos y amenazas”.
Fue el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, quien formuló por vez primera la propuesta del ALBA. Lo hizo públicamente, en 2001, durante la III Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, en Isla Margarita: “Se trata de otro camino, se trata de una búsqueda, porque ciertamente la integración para nosotros es vital. O nos unimos o nos hundimos. Escojamos, pues, las alternativas. Nuestra idea, nuestra propuesta: el ALBA, Alternativa Bolivariana para los pueblos de América. Es nuestro proyecto, es el proyecto de 200 años”.
A partir de entonces, la iniciativa empezó a sonar “tímidamente solitaria” y fue tomando fuerza, hasta ese 14 de diciembre de 2004, cuando Chávez y Fidel, presidentes de Venezuela y Cuba respectivamente, firmaron una Declaración Conjunta y el Acuerdo para la Aplicación del ALBA.
El líder cubano también había argumentado apasionadamente sobre esta necesidad, en su primera visita a Caracas después del triunfo de la Revolución Bolivariana cuando señaló: “¿Hasta cuándo vamos a permanecer en el letargo? ¿Hasta cuándo vamos a ser piezas indefensas de un continente a quien su libertador lo concibió como algo más digno, más grande? ¿Hasta cuándo los latinoamericanos vamos a estar viviendo en esta atmósfera mezquina y ridícula? ¿Hasta cuándo vamos a permanecer divididos? ¿Hasta cuándo vamos a ser víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros pueblos? ¿Cuándo vamos a lanzar la gran consigna de unión? Se lanza la consigna de unidad dentro de las naciones, ¿por qué no se lanza también la consigna de unidad de las naciones?”.
Dos años más tarde, se adhiere un Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) cuando se amplía el dúo inicial e ingresa Bolivia, en el mes de abril del año 2006, Nicaragua se sumó en 2007 para luego ampliarse con la incorporación de 5 países del Caribe: Dominica (2008); Antigua y Barbuda (2009); San Vicente y las Granadinas (2009); San Cristóbal y Nieves (2014); Granada (2014) y Santa Lucía (2021).
Hoy en día, el secretario ejecutivo del mecanismo de integración, Jorge Arreaza, afirma que “el ALBA-TCP no es un mecanismo de integración, es un mecanismo de unión (…) el objetivo es escuchar a los pueblos en el mismo nivel jerárquico de los cancilleres, de los consejos políticos y económicos, nos complementamos, no competimos (…) la Alianza les pertenece a los pueblos”.
“¿Cuál es el objetivo del ALBA? Alcanzar el desarrollo integral, asegurar la igualdad social y contribuir a garantizar la calidad de vida, el buen vivir, la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos… El objetivo del ALBA no es negociar una zona de libre comercio con la Unión Europea ni con el Nasdaq en Estados Unidos. El objetivo del ALBA es lograr la autodeterminación, es lograr que seamos libres y que seamos felices, con nuestras necesidades satisfechas”, resume Arreaza.
Por su parte el canciller venezolano, Yván Gil, destacó que resulta imposible poner en duda “que exista otra organización que tenga los logros que ha tenido, en estos 20 años, el ALBA TCP. ¿Cuántas vidas se han salvado a través del ALBA?”.
Para el jefe de la diplomacia venezolana el ALBA-TCP “pone a disposición de todos los países su modelo de integración, su experiencia de 20 años, con logros concretos, porque fundamentalmente es colocar el ser humano en el centro de la integración, las necesidades del ser humano”.
Logros de la ALBA
Entre algunos de los logros que ha alcanzado en estas primeras dos décadas destacan la declaración de Venezuela, Bolivia y Nicaragua como “Territorios Libres de Analfabetismo” que se alcanzó gracias a programas educativos como el método Yo Sí Puedo; la Misión Milagro ha devuelto la vista de forma gratuita a más de 6 millones de personas; miles se han formado como médicos comunitarios en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), con sedes en Cuba y Venezuela y se han realizado varias ediciones de los Juegos Deportivos del ALBA con la participación de más de 10 mil atletas.
En materia económica, en el año 2005, Fidel y Chávez crearon PetroCaribe, una alianza en materia petrolera entre algunos países del Caribe con Venezuela, en 2012 se acordó constituir el Espacio Económico del ALBA-TCP o EcoAlba-TCP y este año se puso en marcha el proyecto AgroAlba que busca transformar el sector agrícola, pecuario y avícola, promoviendo la inversión productiva y la soberanía alimentaria en Venezuela y sus naciones aliadas.
Asimismo, la Alianza cuenta con el Banco del ALBA, que sirve para apalancar grandes proyectos no solo de desarrollo e infraestructuras, sino también de interconexión, y el Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE), iniciativas creadas con el objetivo de fortalecer el comercio justo y reducir la dependencia de economías externas, presentándose como alternativas al modelo neoliberal imperante que tenía sumido en la pobreza a la región de América Latina y el Caribe.
El presidente del Banco del ALBA, Raúl Li Causi, señaló que hoy existen vuelos hacia casi todos los países, interconexión marítima y se trabaja en una gran área de comercio entre los Estados miembros.
Sobre el Sucre, Arreaza informó que “la vamos a reactivar ahora con las nuevas modalidades de criptoactivos que nos permite burlar las sanciones de los gringos con facilidad si lo hacemos de manera correcta”.
La Alianza reafirma su compromiso con la cooperación y el desarrollo regional con la Agenda 2030, que contempla siete líneas de acción, la cual, en lo político, instruye hacer de la ALBA “un referente internacional de autoridad moral y credibilidad con respecto a posiciones políticas conjuntas, como un gran bloque de opinión y acción concreta… La unidad es el único camino posible. Parafraseando a Gandhi, la unidad no es el destino, la unidad es el camino. Entonces, tenemos que avanzar y para actuar en lo concreto de manera unitaria. Tenemos que tener unos acuerdos”, dijo Arreaza.
Desafíos de la ALBA-TCP
Desde su fundación, la Alba-TCP ha demostrado ser una herramienta efectiva para impulsar el desarrollo social y resistir las imposiciones neoliberales, sentando las bases para una América Latina más equitativa y soberana.
Con más de 63 millones de personas bajo su influencia, la alianza continúa siendo un bastión para quienes buscan alternativas al sistema dominante, demostrando que el camino hacia un futuro más justo pasa por la unión de los pueblos de la región.
La alianza llega a este aniversario cuando América Latina y el Caribe enfrenta una nueva encrucijada para sus destinos, que no puede ser encarada sin la cooperación y la unidad.
Guerras económicas, campañas mediáticas, intromisión en los asuntos internos y la ejecución de programas desestabilizadores reciben el apoyo de fuerzas externas y de las oligarquías nacionales en varios países latinoamericanos son algunos de los retos que tiene enfrente el bloque regional.
Por ello, este sábado, los presidentes de los países miembros se reunirán en Caracas para analizar los desafíos políticos, geopolíticos y económicos que tienen en frente.
El canciller Gil destacó que en la XXIV Cumbre del ALBA-TCP en Caracas, se debatirán propuestas para «posicionar a la Alianza como un actor geopolítico poderoso».
«Esto es un desafío importante para los nuevos tiempos, así que nuestros jefes de Estado tienen una responsabilidad importante de poder, en toda esta complejidad que les estamos describiendo, marcar un rumbo claro para el próximo año, que todos sabemos a escala mundial lo que significa, sabemos que enfrentaremos un momento de incertidumbre política en el continente y nuestro objetivo es prepararnos para darle mayor seguridad a nuestros pueblos», explicó el Canciller.
El secretario ejecutivo aseguró que el bloque trabaja la agenda 2030, en la que se plantea un Nuevo Horizonte Económico que persigue un relacionamiento comercial, dinámico, complementario y justo, entre los países miembros de la Alianza.
Entre los temas propuestos, adelantó Arreaza hay que volver a sentarse y a discutir “la relación arancelaria de nuestros países, pero no desde un mismo criterio sino de acuerdo con las economías de cada nación y se contemplen las asimetrías”.
Destacó que no hay más tiempo para seguir dando la discusión, “hay que pasar a la acción con agendas concretas” por ello en este aniversario «le diremos al mundo que 20 años después, no hacemos más que ratificar y reafirmar cada uno de los principios solidarios de cooperación, colaboración, complementación, que significa la Alianza Bolivariana”, sentenció el secretario ejecutivo.
Hoy más que nunca, la vigencia histórica e inédita de la Alianza, tiene una importancia vital y estratégica para la consolidación y fortalecimiento del desarrollo, la paz, la justicia social, la complementariedad, la igualdad, la inclusión, la solidaridad y la integración de los pueblos Latinoamericanos y Caribeños.
Para Li Causi “una América Latina y el Caribe con un ALBA-TCP muestra al mundo que sí es posible una dinámica distinta de cooperación, ayuda mutua y sobre todo de solidaridad”.
T: Prensa ALBA-TCP/MPPRE/Telesur/Prensa Latina/Radio Rebelde
Consejo de Movimientos Sociales de la ALBA-TCP se reúne en Caracas