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Alemania cerró 2024 con una inflación del 2,2% y en recesión

La mayor economía de Europa sufre una persistente crisis de su modelo industrial y exportador

En el transcurso de 2024, en promedio, la tasa de inflación en Alemania se redujo a 2,2%, tras haber alcanzado 5,9% en 2023, gracias a la caída de los precios de la energía, que se habían disparado al inicio de la guerra en Ucrania, mientras que la economía se contrajo un 0,2 por ciento encadenando así el segundo año consecutivo de recesión, según las cifras de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

La inflación siguió subiendo en Alemania en diciembre, por tercer mes consecutivo, y se situó en un 2,6% interanual, impulsada por los precios de los servicios, según datos definitivos publicados el jueves.

La inflación en la primera economía europea confirmó así el repunte iniciado en octubre, cuando se situó en el 2%, de acuerdo con datos del instituto.

La tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, fue del 3 por ciento en todo 2024, un porcentaje también inferior al 5,1 por ciento de 2023 y al 3,8 por ciento de 2022. «En comparación con los dos años anteriores, este valor se ha debilitado, pero sigue siendo significativamente superior a la inflación general», constató Destatis.

Estuvo impulsada por una subida anual del 4,1% del precio de los servicios, en particular los seguros (+16,6%) y los billetes de avión (+9,3%).

En tanto, los precios de los productos energéticos bajaron un 3,2 por ciento, un descenso que contrasta con el aumento del 5,3 por ciento registrado en 2023 y, sobre todo, con el gran alza de 2022 (29,7 por ciento). Destatis destacó que, con todo, «en diciembre de 2024, la caída de los precios de la energía, en particular, frenó algo la tasa de inflación», que desde octubre -cuando llegó al 2 por ciento- ha mostrado una tendencia alcista.

El índice de precios armonizado, que sirve de referencia al Banco Central Europeo (BCE), también se aceleró en diciembre, a 2,8% interanual, alejándose de su objetivo de 2%.

La mayor economía de Europa sufre una persistente crisis de su modelo industrial y exportador, lo que podría lastrar a toda la Unión Europea.

«Las cargas coyunturales y estructurales se interpusieron en el camino hacia un mejor desarrollo económico en 2024», señaló la presidenta de Destatis, Ruth Brand, quien agregó que entre ellas figuran la creciente competencia para la industria exportadora alemana en mercados de venta importantes, los elevados costes de la energía, unos tipos de interés persistentemente altos y unas perspectivas económicas inciertas.

En 2023, la economía alemana ya había caído un 0,3 por ciento. El repliegue de 2024 está alineado con las estimaciones del gobierno y el Bundesbank, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI), más optimista, esperaba un estancamiento.

Para 2025, en tanto, el banco central de Alemania recortó su proyección de crecimiento a un 0,2 por ciento apenas, muy por debajo de la estimación anterior, que apuntaba a una expansión del 1,1 por ciento.

Los economistas tampoco esperan de momento una recuperación rápida, lo que acentúa la presión sobre el gobierno que salga de las legislativas del 23 de febrero, anticipadas por el colapso de la coalición de gobierno saliente.

T: Agencias

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