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Opinión/ Donald Trump y la política exterior de Estados Unidos, en su segundo mandato

Por Vladimir Adrianza Salas

La política exterior del recientemente electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su segundo mandato, ha sido objeto de muchas especulaciones. Buena parte de estas, han apuntando a que el electo mandatario, realizará una política exterior muy diferente a la ejercida en su primera administración, arguyendo que la situación internacional tiene grandes diferencias a las que se presentaban en su primer mandato.

No hay dudas de que las condiciones que existieron en su primer mandato difieren sensiblemente, a las existentes en este momento, pero a juicio del suscrito, es necesario considerar varios factores para poder llegar a una proyección, lo mas acertada posible. Por eso, analizaremos las declaraciones del mandatario electo, respecto a varios temas de importante actualidad.

Respecto al tema de la guerra en Eurasia, la Administración Biden-Harris, ha dejado todo el terreno minado para que la promesa electoral del electo mandatario, no pueda materializarse en los primeros meses de su gobierno. De acuerdo a informaciones publicadas, el régimen neonazi ucraniano, dispone de recursos que le permitirán mantener sus operaciones durante al menos, el primer semestre de 2025, lo cual, dificultaría detener la ansiada paz de forma inmediata como Trump lo ha expresado.

Por otra parte, debemos considerar que en los Estados Unidos, no se realiza acción alguna sin el beneplácito del Estado Profundo, lo que hace dudar de que las acciones de la saliente Administración Biden-Harris, no guarden relación con las actuaciones que ha indicado Donald Trump o que ha de ejecutar, desde el inicio de su segundo mandato.

Luego de su triunfo en los comicios estadounidenses, varias o casi todas, las declaraciones del mandatario electo, no dejan dudas en relación a cuál será la direccionalidad de la política exterior de su segundo mandato. Sus declaraciones respecto a temas como Groenlandia, Canadá, México, el Canal de Panamá y Venezuela, hacen pensar que el segundo mandato del mandatario electo, no será muy diferente del primero, aun cuando, las condiciones internacionales sean diferentes y hoy por hoy, se sabe que la hegemonía de los Estados Unidos está en declive a nivel mundial.

Jeffrey Sachs, connotado economista y analista político estadounidense, refiriéndose al tema del Medio Oriente, ha indicado que la CIA, el Mossad y el Deep State de los Estados Unidos, no buscan la paz. Buscan la primacía, la dominación, rehacer la región a su imagen y resisten cualquier llamado a la conciliación. Estas reflexiones pueden trasladarse a cualquier otro escenario y podremos concluir, que no hay diferencias en la política exterior de los Estados Unidos, antes o ahora, la historia habla por si misma.

De allí que, sabiendo que el Deep State, es quien realmente controla los Estados Unidos, es de esperar que mas allá de algunos anuncios de Trump sobre la guerra en Eurasia, poco cambiaría en la política exterior de los Estados Unidos, en los próximos tiempos.

Para confirmar esta aseveración, el suscrito ha tomado en cuenta varias de las declaraciones recientes del mandatario electo, para desde allí poder proyectar, cuáles serán realmente los lineamientos de política exterior que seguirá Trump en su segundo mandato.

Sobre Groenlandia, Donald Trump ha afirmado que su control es una «necesidad absoluta» para la seguridad nacional y la libertad global. La respuesta de Dinamarca no se ha hecho esperar. Altos funcionarios del gobierno danes, han respondido con firmeza a Trump sobre la compra de Groenlandia. El gobierno danés ha anunciado una importante inversión para reforzar la defensa de Groenlandia, destinando miles de millones de coronas danesas para mejorar las capacidades defensivas del territorio. En otras palabras, Trump ha convertido a un aliado en enemigo con tales declaraciones.

Sobre el Canal de Panamá, Trump opinó públicamente que Estados Unidos debería recuperar el control del canal, argumentando que las tarifas cobradas a los barcos estadounidenses son «ridículas»; además, Trump ha expresado «su preocupación», por el creciente control de China sobre la infraestructura y los puertos adyacentes al canal y ha afirmado que hay soldados chinos operando en el mismo, lo cual ha sido desmentido por las autoridades panameñas y chinas.

Respecto a México, Donald Trump sugirió que ese país se convertirse en un estado de EE.UU., si desea seguir recibiendo subsidios, indicando que, según él, EE.UU. subsidia a México con casi US$300 mil millones al año y que de seguir así, deberían convertirse en un estado de la unión. En relación a los carteles de la droga, declaró que los consideraría como «organizaciones terroristas» y ha amenazado con utilizar las fuerzas armadas de su país, para desmantelar y destruir estas organizaciones criminales, en territorio mexicano, lo cual, redunda en una clara amenaza a la soberanía mexicana. Esta declaración ha sido respondida personalmente, por la propia Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, alegando que México es un país libre, soberano e independiente.

Respecto a Canadá, Donald Trump ha emitido varias declaraciones sobre que, a su juicio, Canadá debería convertirse en el 51º estado de EE.UU., tratando a Trudeau como gobernador y no como primer ministro del Estado vecino.

Respecto a Venezuela hace escasos días, Donald Trump ha declarado que Estados Unidos no necesita importar petróleo desde Venezuela, lo cual declaró en una conferencia desde su mansión «Mar-a-Lago», afirmando que EE.UU. tiene más energía que cualquier otro país y que no es necesario comprar energía a Venezuela debido a que, según él, su nación posee 50 veces más.

Para completar, el señor presidente electo de la potencia imperialista del norte, Donald Trump, ha hecho declaraciones alusivas a los BRICS y el dólar estadounidense, expresando que si los países BRICS intentan alejarse del dólar estadounidense, impondrá un arancel del 100% a los países que intenten crear una nueva moneda BRICS o respaldar cualquier otra moneda para reemplazar a la divisa estadounidense.

Las anteriores declaraciones nos hacen entender que el mandatario electo, al tomar el poder el 20 de enero de 2025, actuará de forma similar a como lo hizo en su mandato anterior y mas, considerando que este es su último mandato y que tal vez para él, no tiene nada que perder.

Hablando con franqueza y dadas las declaraciones citadas, el suscrito piensa que difícilmente, la segunda Administración Trump, pudiera seguir un rumbo diferente al mostrado en la primera. Con estas declaraciones, Trump muestra claramente, las pretensiones del stablishment estadounidense en relación a ejercer su hegemonía y control, en áreas que le son de alta importancia geoestratégica y en particular, en el Hemisferio Occidental.

Sin embargo, debemos esperar los acontecimientos a partir del 20 de enero de 2025. Cualquier escenario es posible e inclusive, la combinación de estos. Nada está escrito en piedra, la situación existente nos lleva a ser cautos y esperar, pero también a estar alertas y a no levantar falsas expectativas.

Les deseo a todas y todos mis lectores, un Feliz Año 2025, lleno de salud, prosperidad y grandes esperanzas en el porvenir.

Dr. Vladimir Adrianza Salas.

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