El presidente ruso, Vladimir Putin, ha explicado en un documental que en los difíciles años 90, tras el derrumbe de la URSS, tuvo que trabajar como taxista para ganarse un dinero extra con el que poder aliviar las estrecheces de su familia.
En una entrevista para el documental «Reciente historia», dedicado a las tres últimas décadas de la historia de Rusia, el mandatario recuerda aquellos tiempos difíciles. «A veces tenía que trabajar de taxista. No me agrada hablar de esto, pero, lamentablemente, esto también tuvo lugar», asegura.
La película documental, que se estrena en la televisión rusa, narra el colapso de la Unión Soviética en 1991 y la tumultuosa década que siguió bajo la presidencia de Boris Yeltsin, hasta llegar la Rusia actual, con Putin al frente del país.
En 2018, Putin mencionó en una entrevista que en 1996 ya trabajaba a tiempo parcial como taxista, pues tenía dos hijas pequeñas que mantener. En aquel período trabajaba como asesor de la campaña electoral de Anatoli Sobchak, que no logró ser reelegido en las urnas por segunda vez como alcalde de San Petersburgo.
Tras la derrota de Sobchak, a Putin le ofrecieron un puesto en la administración presidencial en Moscú y aceptó, por lo que tuvo que dejar su ciudad natal e instalarse en la capital.
Putin recuerda que había agentes de la CIA
dentro del gobierno ruso tras la caída de la URSS.
No es la primera vez que el presidente ruso recuerda la injerencia de EE.UU. en los asuntos internos del país durante aquel periodo turbulento.
En la década de 1990, el gobierno de la Rusia postsoviética estaba plagado de agentes de la CIA que, finalmente, tuvieron que ser apartados y enviados de regreso a Estados Unidos, recordó el presidente ruso, Vladimir Putin.
Durante una reunión del Consejo para la Sociedad Civil y los Derechos Humanos, Putin puso el ejemplo de los agentes estadounidenses dentro del gobierno ruso para demostrar cómo los países extranjeros intentan interferir en los asuntos internos del país.
«A principios de la década de los años 2000 ya depuré a todos, pero a mediados de la década de 1990 teníamos como asesores y empleados oficiales del gobierno, como se puso de relieve después, a miembros de la CIA», dijo el mandatario.
El dirigente ruso precisó que estas personas incluso fueron encausadas en EE.UU. ya que, como empleados de la CIA, habían participado en la privatización en Rusia, lo que es contrario a la legislación estadounidense.
Según Putin, algunos especialistas estadounidenses estaban presentes en instalaciones de armas nucleares rusas e incluso tenían la bandera estadounidense sobre sus escritorios.
«Vivían y trabajaban allí. No necesitaban instrumentos tan sutiles de injerencia en nuestra vida política porque, de todos modos, lo controlaban todo», subrayó.
No es la primera vez que Putin menciona la interferencia de Washington en los internos asuntos de su país, en particular inmediatamente después de la desintegración de la URSS, durante la era de Boris Yeltsin (1991-99).
En 2013, declaró que agentes de la CIA habían trabajado en el entorno de Anatoli Chubáis, el ex viceprimer ministro que supervisó los procesos de privatización en el país durante la traumática transición al capitalismo.
T/RT/LRDS