
Estados Unidos y China anunciaron este lunes una suspensión de 90 días de la mayoría de los aranceles que se habían impuesto mutuamente, marcando una desescalada en su guerra comercial.
La suspensión entrará en vigor «de aquí al 14 de mayo», anunciaron las dos mayores potencias mundiales en un comunicado conjunto publicado tras dos días de negociaciones en Ginebra.
En concreto, ambas partes acordaron reducir temporalmente sus «aranceles recíprocos» en 115 puntos porcentuales durante un periodo de 90 días, detallaron el Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer.
De este modo, los productos chinos importados en Estados Unidos pagarán un arancel del 30% y los productos estadounidenses importados a China uno de 10%.
La decisión se tomó tras una reunión de alto nivel de dos días entre China y Estados Unidos sobre asuntos económicos y comerciales, en la que ambas partes reconocieron la importancia de su relación económica y comercial bilateral para los dos países y para la economía mundial, dijo la declaración conjunta, señalando que ambas partes enfatizaron la necesidad de una relación económica y comercial sostenible, a largo plazo y de beneficio mutuo.
«Queremos una (relación) comercial más equilibrada», declaró desde Ginebra Scott Bessent, alegando que las barreras aduaneras introducidas en los últimos meses habían establecido de facto un «embargo» al comercio entre ambos países.
La reducción de estos gravámenes se enmarca «en el interés común del mundo», comentó por su parte el Ministerio chino de Comercio, aplaudiendo «progresos sustanciales» en las negociaciones comerciales con Washington.
El viceprimer ministro de China y responsable de los asuntos económicos y comerciales China-Estados Unidos, He Lifeng, afirmó que ambos países comparten extensos intereses comunes y tienen un amplio margen para la cooperación, y añadió que las relaciones económicas y comerciales China-EEUU son de naturaleza mutuamente benéfica y de ganancia compartida.
«No hay ganadores en una guerra comercial», indicó He, quien añadió que «China no desea una guerra comercial, pero no le teme a una. Si parte estadounidense insiste en infringir los derechos e intereses de China, China tomará represalias de manera decidida y tomará parte».
Ambas partes también establecerán un mecanismo para continuar las discusiones sobre las relaciones económicas y comerciales. Estas discusiones podrán llevarse a cabo alternativamente en China y Estados Unidos, o en un tercer país previo acuerdo de las partes, según la declaración.
Por su parte, la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, manifestó en un comunicado su satisfacción por el resultado positivo de las conversaciones.
«En medio de las actuales tensiones mundiales, estos avances son importantes no solo para Estados Unidos y China, sino también para el resto del mundo», indicó.
Minutos después del anuncio, la Bolsa de Hong Kong ganó más de 3%, mientras que el dólar subió ante el yen y el euro.
Desde el inicio de este año, las tarifas impuestas por Estados Unidos a China ascienden al 145%, y los gravámenes acumulados para ciertos productos alcanzan la asombrosa cifra del 245%.
En respuesta, China impuso aranceles del 125% a los productos estadounidenses y como resultado el comercio bilateral entre las dos primeras economías mundiales se estancó.
T: Xinhua/Agencias
China y EE.UU. llegan a acuerdo comercial tras conversaciones en Ginebra