La junta militar de Níger autorizó a las Fuerzas Armadas de sus vecinos Burkina Faso y Malí a intervenir en su territorio «en caso de agresión».
Los ministros de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Olivia Rouamba, y Malí, Abdoulaye Diop, visitaron Niamey, la capital nigerina, donde fueron recibidos por el general Abdourahamane Tiani. Juntos firmaron las órdenes que «autorizan a las fuerzas de defensa y de seguridad de Burkina Faso y Malí a intervenir en territorio nigerino en caso de agresión», según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Níger.
Ambos países africanos vecinos de Níger y dirigidos por juntas militares expresaron su solidaridad ante la amenaza de una intervención militar planteada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) si el presidente derrocado Mohamed Bazoum no se libera y reinstala tras el golpe de Estado del 26 de julio.
Burkina Faso y Malí ya han advertido que una intervención militar en Níger sería entendida de su parte como «una declaración de guerra».
Por ahora, los países de la Cedeao han priorizado la vía diplomática para restaurar el orden constitucional en el país africano, pero sin descartar el uso de la fuerza.
La posible acción militar ha dividido a la región, donde los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron en las últimas semanas y de manera pública la disponibilidad de sus Ejércitos para intervenir en territorio nigerino, mientras que Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde han rechazado una intervención militar y abogan en su lugar por el diálogo.
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, que a su vez lidera la Ceddeao aseguró que sigue trabajando para lograr una resolución pacífica de la crisis y en este sentido se anunció que reputados clérigos musulmanes viajaran a la capital de Níger para conversar de nuevo con la junta golpista.
Abdullahi Bala Lau, uno de los clérigos musulmanes dijo que Tinubu «nos envía de regreso a Níger para continuar conversaciones sobre la restauración del orden constitucional en ese país».
El clérigo, que ya conversó con los golpistas nigerinos el pasado día 19, destacó que las conversaciones de su anterior viaje fueron fructíferas.
Hasta el momento, la junta militar ha hecho caso omiso a las amenazas y, además de nombrar a un nuevo primer ministro y formar un gobierno transitorio, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta «instantánea» y «enérgica».
Níger se ha convertido en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022.